En este Paseo de los Naranjos nos encontramos caminando entre cítricos que, según nos cuentan las crónicas, los expedicionarios encontraron de manera abundante en varias regiones mientras navegaban rumbo a las Islas de las Especies. En el camino llegarán así a Brunei, un poderoso sultanato que en estos años del siglo XVI comprendía toda la isla de Borneo. El piloto Francisco Albo va a hacer notar la presencia en esta isla de otros árboles, los ciruelos mirabolanos, una presencia tan notoria que llevó al anónimo autor del Roteiro, otra relación y fuente básica para conocer el viaje, a llamar a Borneo como la isla de los mirabolanos.
También Pigafetta, en relación a las costumbres locales, recoge interesantes noticias sobre la vegetación de la isla. El 9 de julio de 1521, anota el cronista cómo el sultán de Brunei envía una delegación en una hermosa piragua para recibir a los expedicionarios. Los navegantes son agasajados con regalos y bebidas con flores de azahar -propia de algún cítrico- y jazmín, todo cubierto con una tela de seda amarilla, además de ricos alimentos. El 16 del mismo mes conocerán, siempre según Pigafetta, al mismo sultán, cuyos súbditos les dan más regalos y les sirven refrescos de clavos de especia y canela; la presencia de especias hace notar a los viajeros que están entrando en contacto con una civilización rica y refinada, producto de una importante actividad comercial, además de que las Molucas, las ansiadas Islas de las Especias, el motivo en fin de esta aventura, no quedan ya lejos.
Otras especies originarias de esta etapa del viaje presentes en este jardín: Alocasia odora; Asplenium nidus; Caryota mitis; Cinnamomum camphora; Citrus reticulata; Citrus sinensis; Citrus x limon; Cordyline fruticosa; Cycas circinalis; Cycas revoluta; Ficus benjamina; Ficus binnendijkii; Ficus macrophylla; Ficus retusa; Musa x paradisiaca; Pandorea jasminoides; Phyllostachys aurea; Podocarpus neriifolius; Prunus serrulata